En la escuela organizaron una salida en fin de semana a un bar en el malecón, el nombre del lugar es WaterFrontBeach es un restaurant-bar por la tarde y en la noche se convierte en antro. Piso de madera, salitas acolchonadas, una barra enorme en un lateral del bar y al otro extremo el dj con el mar de fondo... allí estábamos nosotros, esa parte se encuentra al aire libre con mesas de madera iluminadas con velas justo a la orilla del muelle.
Fuimos a la hora feliz y estuvo muy gracioso ya que la escuela se puede dividir en 3 bandos, los reservados (o ñoños) y los desquiciados (o adictos) y yo... digamos ñoño y adicto a la vez, jajaja.
Fueron los profesores y gente del staff de la escuela y compañeros de muchas nacionalidades diferentes (iranís, brasileños, españoles, saudiárabes, chilenos, alemanes, coreanos y mexicanos desde luego, sin contar los neozelandeses) los adictos llegaron ya dopados y servidos o se sirvieron inmediatamente allí mismo mientras los santos solo los veían. En menos de dos horas las chavas Hard-Party, lidereadas por la recepcionista de la escuela bautizada por nosotros como "Tatanka" (por su aspecto tatankeño desde luego), estaban borrachas sacándole tragos gratis a los falsamente esperanzados Saudís. Las pláticas cordiales se empezaron en convertir en gritos y carcajadas en la cara, las copas inmaculadas en vidrios rotos en la mesa mojada por el vino derramado. Hubo también acontecimientos completamente normales como el de una chava que cuando iba al baño, en vez de dar la vuelta, se subió a la mesa para cruzar pero cuando estaba justo arriba se fue de bruces sobre un puño de sillas vacías y ocupadas, y cuando la desincrustamos y juntamos sus piezas del suelo las sillas y la gente, no podía para de reír, o cosas como mi negro amigo árabe Saad besando por sorpresa a Inga la alemana totalmente ebria, en resumen the shit hit the fan!. Más tarde se empezó a llenar de una fiesta de la escuela de medicina (creo) en donde los hombres iban vestidos de doctores y las mujeres (y algunos hombres también, por qué no!) iban vestidas o mejor dicho semidesnudas de enfermeras, ¿¿recuerdan las prostitutas vestidas de policías?? pues hagan de cuenta pero versión hospital. Para esto los santos ya se habían ido después de un capítulo incomodísimo en sus vidas y los alocados estaban ya sin ningún control dispersos por doquier.
Yo la verdad vi los toros desde la barrera pero me divertí como un campeón… seguramente a la próxima tendré que definir a cual bando pertenezco… ya les contaré!
Fuimos a la hora feliz y estuvo muy gracioso ya que la escuela se puede dividir en 3 bandos, los reservados (o ñoños) y los desquiciados (o adictos) y yo... digamos ñoño y adicto a la vez, jajaja.
Fueron los profesores y gente del staff de la escuela y compañeros de muchas nacionalidades diferentes (iranís, brasileños, españoles, saudiárabes, chilenos, alemanes, coreanos y mexicanos desde luego, sin contar los neozelandeses) los adictos llegaron ya dopados y servidos o se sirvieron inmediatamente allí mismo mientras los santos solo los veían. En menos de dos horas las chavas Hard-Party, lidereadas por la recepcionista de la escuela bautizada por nosotros como "Tatanka" (por su aspecto tatankeño desde luego), estaban borrachas sacándole tragos gratis a los falsamente esperanzados Saudís. Las pláticas cordiales se empezaron en convertir en gritos y carcajadas en la cara, las copas inmaculadas en vidrios rotos en la mesa mojada por el vino derramado. Hubo también acontecimientos completamente normales como el de una chava que cuando iba al baño, en vez de dar la vuelta, se subió a la mesa para cruzar pero cuando estaba justo arriba se fue de bruces sobre un puño de sillas vacías y ocupadas, y cuando la desincrustamos y juntamos sus piezas del suelo las sillas y la gente, no podía para de reír, o cosas como mi negro amigo árabe Saad besando por sorpresa a Inga la alemana totalmente ebria, en resumen the shit hit the fan!. Más tarde se empezó a llenar de una fiesta de la escuela de medicina (creo) en donde los hombres iban vestidos de doctores y las mujeres (y algunos hombres también, por qué no!) iban vestidas o mejor dicho semidesnudas de enfermeras, ¿¿recuerdan las prostitutas vestidas de policías?? pues hagan de cuenta pero versión hospital. Para esto los santos ya se habían ido después de un capítulo incomodísimo en sus vidas y los alocados estaban ya sin ningún control dispersos por doquier.
Yo la verdad vi los toros desde la barrera pero me divertí como un campeón… seguramente a la próxima tendré que definir a cual bando pertenezco… ya les contaré!
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