Hoy tomé mi primer camión en NZ. Cuando estaba en México había leído que los neozelandeses se quejaban del transporte público, a lo que pensé esta gentuza de primer mundo, no saben a lo que nos enfrentamos los que lidiamos con el choribus, esos si son problemas de transporte… cuan equivocado estaba… tienen razones de sobra para quejarse. Esperé el camión cerca de una hora y eso que en la página de internet te dicen a qué hora pasa cada camión; estúpida página no sirve para nada ya que son muy impuntuales en ese sentido, además el camión me cobró casi 5 dólares por un trayecto de 10 minutos, unos 35 pesos, lo que diría yo no es precisamente lo más barato que haya visto.
El camión era para ir a casa de José, que me esperó junto con Lorena en la parada de camión. Después fuimos a su casa adoptiva que en realidad es casa de una moreno/negrita que nació en una isla del Pacífico llamada Tonga, el nombre de la señora es Melaya, y José la rebautizó con el nombre de “Mamá Pancha” Es una señora muy amable que nos hizo unos sándwiches de lunch y horas después nos llevó a comer al lugar donde trabaja, que es un restaurante de pizzas algo parecido a la francachela del cual su hermana es la propietaria. Al final de la comida ella insistió en pagar la cuenta, a lo que desde luego accedimos después de hacernos un poco del rogar. Saliendo del restaurante nos llevó en el coche a ver su antigua casa por fuera y después me dio un aventón a mi casa, en St Andrews. Fue hasta ahora el mejor día que he tenido en nueva Zelanda, ya que me reuní de nuevo con mis amigos después del viaje, descansamos y lo mejor comimos gratis, además de conocer a mamá pancha una persona buena que no tiene mucho que ver con mi idioma o cultura o país.
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